miércoles, 21 de enero de 2009

Chang Mai, welcome to the jungle

Partimos de Bangkok, agobiados por la ciudad y en busca de volver al camino de las aventuras y las anecdotas. Como les dijimos queriamos ir en tren a Chang Mai, bien al norte de tailandia, otro viaje eterno. No conseguimos asi que fuimos en un bondi que nos ofrecieron. Bueno para que contarles lo que ya se imaginan. Sinteticamente el Doc no durmio ni un rato y gaynol pego el ojo unas horitas nomas.
Llegamos a Chang Mai y teniamos todo reservado para poder tirarnos a dormir. Rendidos como estabamos fue lo que hicimos. Cuando nos despertamos tipo al mediodia salimos a reocrrer la ciudad. Linda, pero no mucho mas que eso. Los templos un poco mas viejos y con un poco mas de onda. Nada mas. Lo que si nos ocupamos fue de ir sacando el tour por el cual hicimos este viajon. El Jungle trek.
Entre cosa y cosa nos conectamos a internet y al doc le llego un mail de su prima que nos habiamos encontrado en el avion de ida. Ella y sus amigas seguian para india y despues vendrian a tailandia. Las casualidades de la vida que justo estaban en la misma ciudad que nosotros, y la otra casualidad es que estaban online al mismo tiempo que nosotros. Asi que arreglamos para ir a tomar unas birritas mas tarde. Nos encontramos con las la prima del doc y las amigas, y bueno entre charla y charla empezaron a salir las birras y las birras, era raro hablar en argentino y que te respondan en argentino, que no es lo mismo que mexicano o espaniol cuando estas aca lejos. Al rato estabamos todos un poco agiles de sonrisas y decidimos arrancar para el boliche de la ciudad (era sabado). Llegamos y el boliche estaba vacio pero al rato se lleno, claro que fuimos de los primeros en armar un poco de quilombo, para que despues se transforme en un quilombo entero. Lo que siguio fue una noche muy divertida, regalando pasos para todos lados, mucha charla en portenio y alguna que otra birrita mas.

Al dia siguiente debiamos madrugar para ir al Jungle Trek pero claro, nos acostamos tardisimo, y con unas cuantas birritas encima. Entonces el despertador si es que sono, jamas lo escuchamos; jamas. Asi que a eso de las 9 de la matina el doc se despierta sobresaltado con la voz de un tai que abria la puerta del cuarto “excuse me, you jungle tour?”.... ehh?? como?? y este quien es??? que hace aca?? preguntas que el doc sobresaltadisimo se hizo ante el extranio, para que en breves instantes recuerde todo y se da cuenta que se quedaron dormidisimos. Hay que armar el bolso, cerrar la mochila, hacer el check out y dejar las cosas en el laundry. Cagamos.
Asi con una Resaca mayusucula armamos todo como pudimos y salimos para el jungle tour. La salida esta borrosa en algunas memorias pero por suerte logramos sacar casi todo adelante (laundry incluido, quien hubiera dicho) en menos de 15 min.

El tour consiste en dos dias de trekking con una dormida en la jungla, para ello habia que alejarse de la ciudad, asi que fuimos unas 2 horitas en camioneta hasta el pie de la montania donde cargamos las mochilitas que habiamos preparado y arrancamos una caminata de 4 horas que nos depositaria en el primer destino. La caminata era en un grupo de 9 personas, dos british, tres coreanas, nosotros y dos mexicanas que nos saludaron diciendo “ pues ustedes si que tienen la cruda ehhh” (cruda = Resaca).
Caminamos las 4 horas, una experiencia fantastica. Fuimos subiendo las montanias por senderitos que pasaban por pueblos de farmers tais, que si bien estan acostumbrados a los turistas siempre prestan atencion a quien viene y reciben a pasajeros. Interesante concer como vive esta gente, en sus chozas de techo de hoja de platano, paredes de bamboo sobre pilotes para que no se derrape en epoca de lluvias. Pobreza sin lugar a dudas pero con otra dignidad y con una sonrisa en la cara, siempre.

Seguimos caminando, atravesamos caniadones, quebradas y algun que otro vallecito. Caminamos por bosques de bamboo y seguimos lechos de rios casi secos. Nos adentramos en la jungla y los tipicos ruiditos de selva de las peliculas no tardaron en aparecer. El guia era un fenomeno, pero caminaba a los pedos, nosotros no queriamos perdernos las fotos ni dejar de disfrutar, asi que acompaniamos a las mexicanas que caminaban muy lento, para asi poder sacarle provecho. Entre cosa y cosa nos hicimos bastante amigotes de las chicas.

Ya para lo ultimo del dia, promediando las 4 de la tarde caimos a un vallecito lleno de arboles de platanos y un riacho. Veiamos el humo salir de unas cabanian y comprendimos que habiamos llegado, el lugar era increible. Ahi pasariamos la noche.

Es dificil de explicar en palabras la aldeita donde dormimos pero aca va nuestro mejor intento. En el pie de un caniadon, donde pasaba un riacho, habia unas 6 chozas de bamboo, rodeados de selva espesa. Las chozas no eran cerradas sino que eran un techo y alguna que otra pared sobre pilotes de bamboo. Aqui es donde vive algunos integrantes de la tribu de Lisu, que se caracteriza por los colores Fuertes de la vestimenta y que las mujeres mascan algo negro que les deja los dienes de ese mismo color, impactante.

Las chozas eran ciertamente comodas, de colchones y de luz ni hablar, pero el piso de tejido de bamboo no esta mal. Todo cubierto por la mosquito net, algo que nos estamos acsotumbrando a usar todas las noches aca en el norte. Y el banio, bueno se imaginaran, un mero agujero. El unico problema era que el banio estaba al lado del lugar donde se comia y como era de bamboo la privacidad del mismo no era la major, hecho que obligo a uno de los integrantes de este equipo a adentrarse en el monte para realizar en la privacidad de la jungle algunas de sus necesidades.

A la noche fogon para calentarse dado que al caer el sol el frio era durisimo. Habia llegado otro grupo de 9 personas asi que había mucha charla con los otros vaijeros. En de repente llegaron desde el monte ya anochecido un grupo de unas 10 senioras de la tribu que vienieron a mostrarnos sus danzas y cultura. Inetresante, bailaron alrededor del fogón una media hora nos hicieron participar y hasta cantamos cosas en el dialecto tribal que jamás comprendimos que eran y nadie nos pudo explicar. Interesante, pero medio de plástico.

Azoto el frio y no quedo otra que irnos a dormir. Como no teníamos tanto abrigo recurrimos a las colchas de la cama para poder abrigarnos y asi nos fuimos a dormir. Durante la noche refresco, y mucho. Si bien el bamboo hace reparo no es lo que nosotros ninios de ciudad estamos acostumbrados y a diferencia de nuestros companieros de viaje de países desarrollados, solemente teníamos un buzo capucha y medias de futbol. Si, pasamos frio. Y dormimos bastante mal. Pero fue el precio que pagamos por pasar una noche durmiendo casi a la intemperie y disfritando de los sonidos y los silencios de la jungla; también la oscuridad, terrible donde abrir los ojos es lo mismo que cerrarlos, lo único que ilumina es la infinidad de estrellas que se pueden ver.
Nos despertamos y desayuno mediante nos despedimos de la aldea y de la única chiquita que vive ahí, que claro como no tiene otros ninios con los que jugar se divierte con los turistas, mostrándoles los confines de su aldea y cantando canciones incomprensibles.
Otra caminata, pero corta, horita y monedas. Esta nos depositaria en el plato fuerte de este tour… elephat riding. Experiencia única para nosotros y verdaderamente la disfrutamos. Llegamos al lugar y esperamos a que lleguen los elefantes que venían de por ahí. Mientras tanto nos divertimos dando de comer a las crias y no tan crias. Que imponentes bestias estos bichos. Nos toco el momento de subirnos gaynol y el doc arriba del elefante y salimos en un gupo de cómo 5 elefantes. Cabe destacar el cagazo que tenia gaynol arriba del elefante al principio, después se solto un poco. Cruzamos ríos y dimos una vueltita por la selva, realmente muy lindo.









El dia seguia plagado de actividades, asi que apenas nos bajamos del elefante, un breve almuerzo y salimos a dar unas vueltas en canoas de bamboo. Aburrido, muy. Pero beuno navegamos rio abajo sobre este par de bambooes atados que se manejan como góndolas (clavando un palo largo en el fondo del rio). El doc no perdió la oportunidad de cumplir sus deseos frustrados de gondolieri y se clavo en uno de los “remos” de la balza, mientras entonaba un O sole Mio pesimamente mal cantado.
Despues de ver eso, nos tocaba el “rafting” para pasar por los “rapidos”. Las comillas no son gratis dado que realemnte no era ni rafting ni eran rapidos. Nos calzamos el casco el salvavidas y toda la pelota, nos subimos al bote de goma y al rato el guía nos dice, agárrense que vienen los rapidos. Uhhh fijate, agarrate bien… no te caigas, tene cuidado, nos sueltes el remo. Todas frases dichas al reverndo pedo dado que el rápido no solo era muy leve sino que el capo del guía nos dejo clavados entre dos rocas como 5 minutos. Un desastre. Asi se nos fue el “rafting” con poca adrenalina pero por lo menos nos reimos.

El dia que parecia no terminar mas nos tenia reservado la ultima actividad, la visita a la aldea de las mujeres del cuello largo, o tribu Karen. Llegamos a la aldea y nuevamente la sensacion de que esta todo un poquitito armado para los turistas. Las mujeres si bien portaban sus cuellos largos con el caracteristico espiral, estaban alli "atendiendo" los gift shops en sus chozas. Interesante, pero poco autentico y urbanizado.


Terminaba el dia, de vuelta a la camioneta habia que volver a la ciudad, agotados volvimos pero muy contentos con la experiencia. Al dia si8guiente partitiamos a Pai, pueblo hippie perdido en la montania, que prometia mucha movida mochilera.