Despues de 6 dias de vida en una isla, uno resigna ciertas comodidades, y se acostumbra, se olvida. Es bueno despues de estar en esa sintonia quedarse en una ciudad y volver a sentirse ser humano de vuelta. Asi lo hicimos dos noches en Krabi, ciudad portuaria de la que habiamos salido hacia Koh Phi Phi que ahora nos tenia de vuelta.
Gestos simples pero de repente maravillosos, como afeitarse, cortarse las unias, una ducha caliente!, un buen colchon, comida occidental, dormir 8 hs, entre otros menesteres hacen que uno se sienta persona nuevamente. A eso nos dedicamos el primer dia que llegamos a Krabi. Despues de una prolongada siesta y el ya mencionado aseo recorrimos el centro de la ciudad pasando por los mas maravillosos y siniestros mercaditos, donde menguo nuestro suenio de comprar relojes rolex y omega por 20 pesos argentinos, no hay nada que hacer la cara de turista es imborrable cuando son todos chinitos. Sin embargo conseguimos alguna quer otra ganga, jugamos a la una ruleta divertidisima (en base a una pelota de plastico sobre una lamina poseada con nros), probamos los grillos fritos alo Marley (desagradable) comimos por 1 dolar y absorbimos mucho de esta fascinante cultura tai. Creo que an algun momento de inspiracion podremos describirles la misma, por mas dificl que parezca.
Gestos simples pero de repente maravillosos, como afeitarse, cortarse las unias, una ducha caliente!, un buen colchon, comida occidental, dormir 8 hs, entre otros menesteres hacen que uno se sienta persona nuevamente. A eso nos dedicamos el primer dia que llegamos a Krabi. Despues de una prolongada siesta y el ya mencionado aseo recorrimos el centro de la ciudad pasando por los mas maravillosos y siniestros mercaditos, donde menguo nuestro suenio de comprar relojes rolex y omega por 20 pesos argentinos, no hay nada que hacer la cara de turista es imborrable cuando son todos chinitos. Sin embargo conseguimos alguna quer otra ganga, jugamos a la una ruleta divertidisima (en base a una pelota de plastico sobre una lamina poseada con nros), probamos los grillos fritos alo Marley (desagradable) comimos por 1 dolar y absorbimos mucho de esta fascinante cultura tai. Creo que an algun momento de inspiracion podremos describirles la misma, por mas dificl que parezca.
Al dia siguiente como veniamos cebados con esto de los tours de islitas, snorkel y otros menesteres, nos agenciamos otro que por las fotos prometia mucho. La verdad que tampoco decepciono. Si bien madrugamos fuerte para tomarlo valio la pena dado que visitamos 4 distintas islas, una mas linda que la otra y cuando el sol decidio asomar pudimos ver que el color del agua aca no tiene nada que envidiarle al caribe. Realmente espectacular.
No mucho mas de este destino, a la maniana siguiente partimos en un viaje hacia Koh Phangan... y como todo lo que viene bien se tiene que pudrir, bueno se pudrio todo junto. Sin embargo tendran que esperar a la proxima entrada para saber de la tumultosa, complicada y problematica estadia en Koh Phangan.